Sasoc
Un hombre muy mayor ataviado con una minifalda escocesa, botas negras de tacón y una chaqueta, nos deleitaba con una sesión de armónica.
Giro la cabeza; un chico con el pelo recogido y adornado con prendedores de chica.
Vuelvo a girar la cabeza; una chica hablando por el móvil mientras se toquetea descaradamente sus partes nobles (menuda expresión).
¿Es cosa mía o las cosas hoy están al revés?
Será porque quise empezar el día apagando el sol.
Mi amigo, al que hace mucho que no veo, me saluda. Nos vamos. Hablo más que de costumbre al principio. Me cuenta sus planes, sé que le voy a echar de menos. Una vez allí sólo somos dos personas, que poco le importan sus cosas a la gente. No puedo concentrarme si no dejan de preguntarnos cosas. Empezamos y me quedo sola. Acabo, me despido y me largo. Todo resuelto.
Me voy mientras oigo a mis sucesores hablar a mi lado. Me entran unas ganas terribles de escribir. Veo a gente corriendo, gente con sandalias y jersey de lana con cuello de cisne, alguien con tres perros en los brazos, pijas, unos ojazos azules totalmente felices de la vida. Gente, gente, gente, que bien me cae la gente.
Llego a mi casa con la música a todo volumen y con menos cosas que cuando me fui.
Odio la sensación que tengo antes de un examen, no me gusta nada. Me encanta la sensación de después. Las sensaciones de después de probablemente son casi siempre mejores.
Giro la cabeza; un chico con el pelo recogido y adornado con prendedores de chica.
Vuelvo a girar la cabeza; una chica hablando por el móvil mientras se toquetea descaradamente sus partes nobles (menuda expresión).
¿Es cosa mía o las cosas hoy están al revés?
Será porque quise empezar el día apagando el sol.
Mi amigo, al que hace mucho que no veo, me saluda. Nos vamos. Hablo más que de costumbre al principio. Me cuenta sus planes, sé que le voy a echar de menos. Una vez allí sólo somos dos personas, que poco le importan sus cosas a la gente. No puedo concentrarme si no dejan de preguntarnos cosas. Empezamos y me quedo sola. Acabo, me despido y me largo. Todo resuelto.
Me voy mientras oigo a mis sucesores hablar a mi lado. Me entran unas ganas terribles de escribir. Veo a gente corriendo, gente con sandalias y jersey de lana con cuello de cisne, alguien con tres perros en los brazos, pijas, unos ojazos azules totalmente felices de la vida. Gente, gente, gente, que bien me cae la gente.
Llego a mi casa con la música a todo volumen y con menos cosas que cuando me fui.
Odio la sensación que tengo antes de un examen, no me gusta nada. Me encanta la sensación de después. Las sensaciones de después de probablemente son casi siempre mejores.
7 comentarios
Yo -
jordi -
a veces me gustan las de "durante" :P
KENDRA -
Sr.S., suerte con el estudio y en los exámenes :)
La ley del deseo, pues sí, es esa sensación de "después de" de la que hablo. Gracias por la suerte (y por más;))
suFERviviente, si tienes razón, la gente en general es odiosa, pero no se porqué ayer me caía muy bien todo el mundo.
Ya le preguntaré al de la armónica para que me cuente donde se compró la suya;)
Saludos.
suFeRviviente -
tengo q ir a un todo a cien chino a buscar una falda escocesa...la habrá para mi?...nose como van las tallas de mujeres
la ley del deseo -
Sr. S. -
Mierda, me acabo de acordar de que tengo que empezar a estudiar ya...
Crashing around you -